El muchacho apagó el motor.
Volvió un silencio que se habría dicho perdido para siempre.
Elizaveta Seller se colocó bien el traje, descompuesto por el aire y por la velocidad.
-Muy bien- dijo.
-Gracias.
-Lo ha hecho usted muy bien.
Se bajó del Jaguar y se encaminó con pasos lentos hacia los dos hombres que la esperaban sobre la colina. De pronto parecía cansada y tal vez hasta indecisa. Se dio cuenta ella también, pero no tenía ganas de mostrarse distinta a como se sentía. Subió por la colina lentamente, porque estaba pensando. Por primera vez, sentía un deseo inmenso de estrechar a Ultimo entre sus brazos, y de tocarlo, y de sentir su cuerpo. No me importa nada más, pensó, es lo único que querría. Quiero algo perdido, se dijo.
Cuando llegó ante el ingeniero Bloom, Elizaveta Seller ni siquiera se detuvo. Siguió caminando e hizo únicamente un gesto hacia el circuito, limitándose a decir, en tono perentorio:
-Destrúyanlo.
El ingeniero Bloom, en aquellos seis meses, había cambiado.
-Como usted quiera, señora -dijo.
Elizaveta Seller murió once años después, a la orilla de un lago, en Suiza. Era uno de esos lagos que parecen haber sido dibujados por la mano de un cirujano, como un medicamento para la tierra. Uno de esos lagos que uno no sabe de verdad si dispensan paz o dolor. Dado que Elizaveta Seller vivía allí, fue allí donde el corazón se le paró.
19 comentarios:
Ayer la vida me demostró, una vez más, que tiene regalos hermosos para mí: encontré a mi compañero de alma y espíritu. Nos habíamos conocido en vidas pasadas y ahora, en esta, nos tocó re-encontrarnos para ayudarnos mutuamente.
Es algo MA-RA-VI-LLO-SO.
la vida siempre t demuestra cosas y t sorprende a cada vuelta d esquina por eso hay q disfrutarla y no complicarse.
me ha llenado de vida este relato...
la vida en si ya es un regalo y más tarde o más temprano siempre nos sorprende, mientras tanto hay que "VIVIR".
besitos
me encantan tus textos!
Un escalofrío me recorre la columna vertebral al llegar al final. Bello y triste.
Besos gélidos
Qué dentro llega, hasta cala la lluvia y el hígado.
Hay veces que encuentras gente que te hace volver a creer y a sonreír, por eso siempre tenemos que estar atentos a ello.
Muuuuá
Gracias a la vida que me ha dado tanto... como decía la gran Violeta Parra y lo mejor es que nadie sabe lo que nos deparará el destino a la vuelta de la esquina.
Un texto muy sentimental y que invita a la reflexión...simplemente un texto genial!! :)
Un fuerte abrazo
Simplemente, maravilloso.
Un poco triste. Al relato me refiero.
Tu experiencia: fantástica. Ya quisiera yo localizar al que me toca: se hace el escurridizo. Pero aún guardo esperanzas :0)
Pues hala, ¡a disfrutar!
Bsos
a mí también me gustaría algo perdido
y llenar así los miércoles de ceniza
Who wrote this?
mucha gente quiere cosas ya perdidas...
(la vida es maravillosa, sobretodo en momentos como el que acabas de vivir! )
muua preciosa :)
Entonces, no le dejes escapar.
Ya estoy de vuelta.
Un besiño
Otro texto magnífico, querida siberiana!
Un beso!
Elizaveta Seller fue guionista y directora de cine. Qué películas hizo?? no consigo encontrar nada sobre ella.
Me alegro por el reencuentro, siempre se disfrutan doblemente: por el recuerdo del pasado y por la esperanza del presente...
saludos.
La vida, aunque a veces nos maltrata, en otras ocasiones nos hace bellísimos regalos. Sólo por eso ya vale la pena vivirla.
Besos
muy bueno el texto
Me hubiera gustado ver a Elizaveta, creo que era genial.
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