El ojo de la soledad
vigila al amor.
El amor no debería ser vigilado,
pero a veces devasta lo que ama,
asuela lo que no ama
o se destruye a sí mismo.
El amor siempre ha sido un peligro para el hombre,
quizá también para los dioses.
El amor necesita vigilancia.
Hasta la flor necesita vigilancia.
Un instante de primavera
-
Cuando la primavera aparece la luz de la terraza es más bonita y la
enredadera florece con miles de botones lilas y blancos. La cocina huele a
pan horne...
Hace 5 horas
5 comentarios:
Poema de Roberto Juarroz; foto hallada en Pinterest.
Abrazos a todos.
Pues nada. Que me vigilen a mi.
Pero sí.
Estar atentos a todo. Todo eso encierra una gran verdad.
Besos.
¡Besos, querida Amapola!
Ese tipo de amor me gusta.
Tan intenso que pareciera una bomba a punto de estallar, ¿no?
Besos, querida.
Publicar un comentario