domingo, 10 de diciembre de 2017

Cantora nocturna


Expuesta a todas las perdiciones, 
ella canta junto a una niña extraviada 
que es ella:
su amuleto de la buena suerte. 
Y a pesar de la
niebla verde en los labios 
y del frío gris en los ojos, 
su voz corroe la distancia 
que se abre entre la sed 
y la mano que busca el vaso.

Ella canta.

5 comentarios:

Espérame en Siberia dijo...

Poema de Alejandra Pizarnik; foto hallada en Pinterest.

Besos de domingo a todos :)

TORO SALVAJE dijo...

Gracias por compartir otra joya de poema.
Leí algunos poemas de ella pero este no lo recordaba.
Me gusta mucho.

Besos.

José A. García dijo...

Y es que en algunos momento la voz es lo único que nos queda.

Saludos,

J.

Espérame en Siberia dijo...

Qué lindo que también te guste, querido Toro.
Yo acabo de descubrir este poema de la Pizarnik y quedé enamorada.
Me faltan muchos por descubrir, pero era una completa maga.

Te abrazo fuerte. Besos.

Espérame en Siberia dijo...

¡Es cierto, J!

Gracias por tu visita, un abrazo.