miércoles, 23 de noviembre de 2016

Hasta que pase un huracán


Lo bueno y lo malo de vivir frente al mar es exactamente lo mismo: que el mundo se acaba en el horizonte, o sea que el mundo nunca se acaba. Y uno siempre espera demasiado. Primero espera que todo lo que está esperando le llegue un día en un barco, y cuando se da cuenta de que nada va a llegar entiende que tiene que salir a buscarlo. 

5 comentarios:

Espérame en Siberia dijo...

Fragmento del libro "Hasta que pase un huracán ", de Margarita García Robayo; foto que tomé en la Isla del Pirata.

Besos y abrazos para todos :)

Tracy dijo...

Siempre es bueno vivir frente al mar.

Espérame en Siberia dijo...

Sin duda. Yo lo extraño todos los días.

Nieves Martín dijo...

La marea siempre trae cosas, solo que rara vez es lo que necesitamos.

Besos

Espérame en Siberia dijo...

Yo diría que rara vez es lo que queremos, pero sí lo que necesitamos.

Muchos besos, linda :)