Hay una mujer. La amo. Podría decir, punto por punto, por qué. Podría enunciar sus rasgos de carácter, sus inclasificables rasgos de carácter, buenos y malos, que me han llevado a amarla: habla griego, tiene pecas, tiene una herida en la frente, una leve señal de interrogación; es radical, le gusta la buena vida, su cabellera es larga y ondulada, su boca es agria, su corazón es débil, sus muslos son cortos (uno más que el otro), (...); le gusta Italo Calvino, los copos de avena, tiene la piel morena, es vulgar y pudorosa a la vez, con la misma determinación valiente. Podría contar con los dedos de una sola mano las veces que la he visto, etcétera.
"La verdad es que te amo." Se lo cree y no.
8 comentarios:
Foto de Luis Baylón. Texto del libro "Una mujer", de Péter Esterházy.
Un besito a todos.
Y yo te amo a ti, mujer.
Pero eso ya lo sabes, ¿no?
Pecosa, le gusta la buena vida y muslos cortos... con eso no necesito nada más; la amo!
con un solo encuentro basta, a veces, para caer rendidamente enamorado!
Un encuentro y mira... cambia toda una vida!!
Es tan dificil saber porque y de que se enamoro, esa incognita le acompañara hasta la muerte.
Años despues uno se pregunta: ¿de que me enamore?
Besos
este me encanta!
Este me ha gustado mucho, se quieren por dentro a las personas no?, Yo, sí. Un beso!!
Publicar un comentario