lunes, 15 de junio de 2009

El lado oscuro de mi corazón


Ana me partió el corazón, pero al herirlo lo creó. Nunca lo entenderías.
Mi pobre Ana, mi querida Ana.
Nunca hubiera podido pagarte esto que hiciste en mí: iluminaste el lado oscuro de mi corazón.
¿Por qué decidiste permanecer pobre, dejándome a mí tan rico?

12 comentarios:

Espérame en Siberia dijo...

Me sigue haciendo gracia pensar que tenía que decidirme y, cuando estaba por elegir la peor de las opciones, la vida me demostró (de una manera muy poco amable para este corazón) que iba por mal camino. Aunque me empeñé en no ver las cosas, ni lo que estaba pasando.

Repito mi analogía:
Me siento como cuando eres niño y corres en una plaza. Vas tan rápido y tan concentrado en ganar la carrera (aunque no sé si "ganar" sea la palabra)que no escuchas los gritos de los demás, diciéndote: "¡Cuidado!" "¡No vayas por ahí!" y ¡BAM! te estrellas contra la puerta de cristal.
El golpazo, de lo temendo que es, primero te deja atontado y humillado. Te levantas y estás muy desorientado, pero al cabo de un rato entiendes lo que pasó.
Y te preguntas: ¿cómo es que no la vi?, ¡estaba ahí, frente a mí! Y te enojas mucho cuando se te pasa el dolor.
Pasan los días y el moretón ya se formó. Pero como no pasó de ser un golpe, la herida no es tan grave. Sólo un encontronazo con la realidad.
Así que irá sanando con el tiempo.

Pero ya aprendiste a ir con más cuidado; a ver el cristal y no a través de él.
Dejas de creer.

Iris Aguilera dijo...

Que razón tienes!!

un besazo...y tiritas para las heridas!

. dijo...

Si es que la vida da muchas vueltas...

Saray dijo...

me gustaaa muchiiiiiisimo tu blog! :)

eMiLiA dijo...

Qué buena analogía!!!

Cuántas veces me he sentido del mismo modo, cuántas critales ignorados!!

¿será que nunca aprenderé?

Un besoo♥

ZuGab dijo...

Coincido con eMiLia, perfecta analogía... sigh... Y coincido contigo, pienso que aunque la herida sane, uno nunca vuelve a ser el mismo.

"Dejas de creer"

Es cierto siberiana, a veces la vida es una mierda... Solo anhelo que nunca perdamos la esperanza en los buenos tiempos.

Abrazo

BUENAS NOTICIAS dijo...

Vale, entiendo todo lo que dices. Pero no dejes de creer, querida Mariana, no dejes nunca de creer... (al menos, inténtalo, porfa).

Me encanta el texto de hoy. Voy a volver a ver la película...

Un beso gigante, siberiana.

BUENAS NOTICIAS dijo...

Por cierto, ¿tienes algún correo al que se te pueda enviar un mail? Es que quiero hacerte una consulta. Si no lo quieres poner aquí, ¿me puedes escribir tú al mío? (si no te sabe mal, claro). Es buenas_noticias@hotmail.es

más besitos, linda!!!

Sofía dijo...

Pero sabes ¿qué es lo malo de eso?
Que al aprender a ver el vidrio y no a ver a través de él, uno se vuelve adulto. Digo, madurar es algo inherente ¿no?... bueno no, algunos (muchos) no lo hacen. Pero eso es lo padre de ser niño. Que los sentidos valen más que la razón. Y el amor es así.
Creo que puedo decir que por fin me cayó el 20 (estaba consciente, pero ahora esa afirmación es verdadera para mi) y que estoy lista a enamorarme.

Es que justo le contaba a Chorch, el morenito que bailaba chistoso, que Oscar me había lastimado mucho. No me había caido el 20 de eso. O sea, la pasé muy bien con él y nos quisimos mucho, pero ahora puedo entender que muchas cosas que hizo me dolieron. Y que no he tenido novio desde entonces no porque no haya con quién, sino porque en el fondo yo no quería, porque inconscientemente, creía que me lastimarían.
Y decírselo me sirvió mucho.
Entonces... ya me contradije. Ah! bueno, pero me dio gusto contarte esto que le conté a Chorch antes.

Espero que estés re bien, y que eso que te hizo cambiar de parecer (lo digo por lo del niño con el cristalazo) haya sido para bien.

Te mando un besote, mamasita mía y una bendición que te la hayas pasado bien con los cuates y bailando salsa.

¿Te veré el viernes, en la fiesta de Alain? (Si no te ha invitado, yo te invito)

Espérame en Siberia dijo...

Esposita:

Todavìa no sè si esto de haberme estrellado contra la realidad sea para bien. El golpazo fue tremendo, fulminante. Pero lo màs seguro es que con los dìas el coraje se me baje y se convierta en otra cosa. Como en desepciòn, por ejemplo. Sì, en eso es en lo que se convertirà, porque ya lo estoy sintiendo.
Me siento muy defraudada, dolida, humillada. Y a veces entro en shock. Pero asì las cosas.

Gracias por contarme lo de Oscar (y por recordarme a Chorch). Què bueno que estès lista para enamorarte, es una decisiòn HERMOSA. Y cuando elijas enamorarte, cuèntamelo tambièn. Serè la persona màs feliz por ti.

Claro que nos veremos en la fiesta de Alan, este viernes. Para echar el coto un buen rato, ya sabes que nunca està de màs.

¡Te mando un abrazote!

DIANA-CHAN dijo...

POBRE POBRE ANA

Anónimo dijo...

Yo siempre he creido que a veces un buen golpe nos hace reaccionar. Es como si ese golpe moviera nuestra maquinaria interior y la hiciera reaccionar... lo malo, lo jodido es cuando no eres capaz de ver la realidad aún estando amoratada... eso si es jodido!
el amor es dolor... a veces ;)
beso