jueves, 12 de octubre de 2017

De nuevo, el amor



Escribió:


Anhelo físico. Me han envenenado. Lo juro. En Del Amor, de Stendhal, una joven inesperadamente enamorada cree que la han envenenado. Y así es, en efecto. A mí también. Algún médico de Estados Unidos me curará de estar enamorada. Es algo químico, dirá él.


Escribió:

Si un médico me dijera: Padece una enfermedad y tendrá que vivir el resto de su vida con un dolor en el pecho, lo soportaría. Le diría: Muy bien, tendré que acostumbrarme a vivir con un dolor en el pecho. La gente vive con brazos cortados, o paralizados de cintura hacia abajo. Por tanto, ¿estoy dándole demasiada importancia a una jaqueca?


Escribió:

Me sería fácil tirarme desde un precipicio o de lo alto de un edificio para acabar con esto. La gente que se mata por amor lo hace porque no puede soportar el dolor. El dolor físico. Nunca hasta ahora lo había comprendido. El corazón roto. Pero, ¿por qué una aflicción sentimental se manifiesta como una angustia física? Realmente es algo muy extraño.

3 comentarios:

Espérame en Siberia dijo...

Fragmento de “De nuevo, el amor”, de Doris Lessing.
Foto hallada en Archillect.

Abrazos de jueves a todos :)

Voz en off dijo...

El tiempo lo cura todo ya verás!

Espérame en Siberia dijo...

Justamente, el tiempo le jugaba en contra al personaje de Lessing.

Abrazo grande para ti :)