martes, 21 de febrero de 2017

El durazno de tu corazón


Chiquilla:



¿Sabes una cosa?


He llegado a saber, después de muchas vueltas, que tienes los ojos azucarados. Ayer nada menos soñé que te besaba los ojos, arribita de las pestañas, y resultó que la boca me supo a azúcar; ni más ni menos, a esa azúcar que comemos robándonosla de la cocina, a escondidas de la mamá, cuando somos niños.
También he concluido por saber que los cachetitos, el derecho y el izquierdo, los dos, tienen sabor a durazno, quizá porque del corazón sube algo de ese sabor.
Bueno, la cosa es que, del modo que sea, ya no encuentro la hora de volverte a ver.

No me conformo, no; me desespero.
Ayer pensé en ti, además, pensé lo bueno que sería yo si encontrara el camino hacia el durazno de tu corazón; lo pronto que se acabaría la maldad a mi alma.

Por lo pronto, me puse a medir el tamaño de mi cariño y dio 685 kilómetros por la carretera. Es decir, de aquí a donde tú estás. Ahí se acabó. Y es que tú eres el principio y fin de todas las cosas.

Juan

13 comentarios:

Espérame en Siberia dijo...

Carta de Juan Rulfo a Clara, antes de convertirse en su esposa.
Foto hallada en Pinterest.

Besos sabor a durazno para todos :)

Chaly Vera dijo...

¡Caramba! Ese va a morir de diabetes


Besos

Espérame en Siberia dijo...

¡Besos, Chaly!

scorts dijo...

¡la madre que lo..!
No es un escritor vocacional, es un arrullamozas.

Kissss y Kissss


Espérame en Siberia dijo...

¿Y eso qué significa, scorts?

¡Saludos! :)

scorts dijo...

Un escritor vocacional le hubiera escrito:
"Clara, como se escapen las cabras subo..."
En vez de eso, le agijonea el oido a través de la vista saltando sílaba a sílaba de una oreja a otra, para luego sacarle los sabores de la piel, a la vez que que la impregna de carícias desde el "maspallá", sin estar en su presencia.
Usease, un mal bicho sin entrañas, que no piensa en la locura que va a prender, o la alimenta con sadismo.
Los llamábamos arrullamozas, porque en las barras de los burdeles, ponían el codo, se pedían un vaso de agua, y no paraban de decirles cosas a las chicas, ensayando entonación, y escribiéndoles coplas en servilletas, escrutando su efecto seguramente, luego lo usarían con alguna Clara, pero no gastaban en putas, mas que olorosas y aterciopeladas palabras.





Espérame en Siberia dijo...

Jajajajaja. Pues ahora sí que me has hecho reír.
Muchos saludos :)

Nieves Martín dijo...

Que bonita carta. Sobre todo eso último de eres el principio y el fin de todas mis cosas. Que bonito....

Besos

Espérame en Siberia dijo...

Sí, querida. Juan demostraba una profunda devoción por ella, y eso es precioso.

Más besos para ti :)

Recomenzar dijo...

un placer el leerte

Espérame en Siberia dijo...

Igualmente, Recomenzar.

Gracias por tu visita a Siberia :)

Anónimo dijo...

Ay, que bonita carta!! Es de esas que recibe la prota de la película pero que nunca ves en tu buzón.

Espérame en Siberia dijo...

Jajajaja, bueno, Clara sí que la recibió :)