En San Francisco, Beau había trabajado vendiendo bocadillos con un carrito de comidas, además de café, repostería y refrescos, que trajinaba de un lado a otro por las distintas plantas de un coloso de oficinas. Un día entró en el despacho de una compañía de seguros y vio a una mujer. Era Melina. Estaba archivando documentos, aunque no realmente, porque miraba por la ventana con una sonrisa soñadora. Tenía el pelo largo y rubio teñido, y llevaba un vestido negro. Era muy menuda y delgada. Pero fue su piel, dijo Beau. Más que una persona, Melina parecía una criatura de seda blanca, de vidrio opalino.
Beau no supo qué le sucedía. Dejó el carrito y a los clientes y cruzó una pequeña puerta hasta donde estaba ella. Le dijo que la amaba.
Te deseo, le dijo. Conseguiré la llave del baño. Vamos. Sólo serán cinco minutos. Melina lo miró y dijo: ahora voy.
7 comentarios:
Relato y retrato de la increíble narradora estadounidense, Lucia Berlin.
Besos y abrazos de fin de semana :)
Magnífico!
Qué bueno que te gustara, Tracy :)
Cinco minutos bien utilizados pueden ser una eternidad...
Saludos,
J.
Claro, el tiempo es relativo.
Saludos, J.
No era "Camilo Sexto quien "cantaba algo parecido a "Melina...ya se que "Nino era a "Noelia tambien "muy bonita Cancion...per "a lo mejor estoy equivocada pues a veces no entiendo y "tarareo otras frases o palabras u a lo mejor tiene que ver "con la fotografia que senialas que no se que "tiene con el cigarrillo u quizas es que te gustan "tales poses que estan "chapadas a la antigua... Tu sabras si "llegamos a Siberia o Si es Ni Mas Ni Menos Ni Mas Ni Menos... Santa Lucia...
FELIZ VERANO MONADA!!
Ysa,
¡Gracias por tu visita y tu comentario, Ysa!
Feliz verano para ti también.
Abrazos :)
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