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Paraíso
Cuando era niña me contaron una historia de amor en donde un hombre se convertía en ave. Yo tuve miedo de creer en esa historia con la que me dormía noche tras noche. Y he andado con la cabeza suavemente en los días.
Es tan dócil lo que quiero decirte, porque sólo conozco el paraíso polvoriento, donde bicicletas se oxidan por el odio del sol, arrastrando el huesillo de los niños que un día serán hombres solitarios. Yo he visto esas dudas. Aquí estoy. Es tan dócil lo que quiero darte.
Aquí estoy.
9 comentarios:
Relato de Ileana Garma. Foto hallada en Pinterest.
Abrazos de martes para todos :)
¿es dócil? vaya falta de coincidencia.
Muy buen relato. Me encantó.
En el fondo, todos lo somos, Fernanda.
Qué bueno que te gustara, Claudio.
Un abrazo enorme :)
Y te dice que paseará tu hijo. Aquí estoy, para que tu puedas darme tus palabras y yo mi luz. Dócil, llano.
Un beso enorme...
Brota de ti poesía, sin ningún esfuerzo.
Te quiero, Cantireta :)
Sencilla y generosa.
Lo mejor de lo mejor.
Besos.
Lindura de palabras.
Gracias por pasar a leerme.
Besos, Toro.
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