miércoles, 5 de agosto de 2015

Yo no hablo francés


Pues Mouse era hermosa. Era exquisita, pero tan frágil y fina que cada vez que la miraba, era como la primera vez. Se aparecía con el mismo tipo de shock que uno siente cuando ha estado bebiendo té de una taza delgada e inocente y de pronto, en el fondo, ve una pequeña criatura, mitad mariposa, mitad mujer, que nos hace una caravana con las manos metidas en las mangas. 

11 comentarios:

Espérame en Siberia dijo...

Fragmento del cuento de Katherine Mansfield "Je ne parle pas français". Fotografía hallada en Pinterest.

¿Cómo sigue pintando su verano, siberianos?

Besos para todos.

Pam Sandoval dijo...

Hermosa entrada :)

Espérame en Siberia dijo...

¡Qué bueno que te gustara! Un beso :)

Chaly Vera dijo...

Cuando esta dando mis primeros pasos una muchacha me dijo: kis mi y yo no supe a que se refería, cuando me entere ya era tarde.


Besos

Espérame en Siberia dijo...

Jajaja, "oui oui, mon amour!"
Más besos para ti, Chaly.

Ikana dijo...

¿En el fondo de la taza o en el fondo de la sala?

Espérame en Siberia dijo...

En el fondo de la conciencia. Supongo.

hiro dijo...

Me encanta como escribe Katherine Mansfield, una de mis escritoras de cuentos preferida.

Aquí en Barcelona el verano está siendo muy caluroso, uf!
Besos :)

Espérame en Siberia dijo...

Yo no la conocía, y todo fue gracias al libro que estoy leyendo.

¡Acá también está con todo el verano!
Te mando más besos, querida :)

José A. García dijo...

Pocas son las mujeres que ameritan descripción semejante, sin dudas...

Saludos otra vez.

J.

Espérame en Siberia dijo...

¡Hola de nuevo, José! Un gusto volver a saber de ti :)