jueves, 19 de marzo de 2009

Tu más profunda piel


Cada memoria enamorada guarda sus magdalenas y la mía -sábelo, allí donde estés- es el perfume del tabaco rubio que me devuelve a tu espigada noche, a la ráfaga de tu más profunda piel. No el tabaco que se aspira, el humo que tapiza las gargantas, sino esa vaga equívoca fragancia que deja la pipa, en los dedos y que en algún momento, en algún gesto inadvertido, asciende con su látigo de delicia para encabritar tu recuerdo, la sombra de tu espalda contra el blanco velamen de las sábanas.
No me mires desde la ausencia con esa gravedad un poco infantil que hacía de tu rostro una máscara de joven faraón nubio. Creo que siempre estuvo entendido que sólo nos daríamos el placer y las fiestas livianas del alcohol y las calles vacías de la medianoche. De ti tengo más que eso, pero en el recuerdo me vuelves desnuda y volcada, nuestro planeta más preciso fue esa cama donde lentas, imperiosas geografías iban naciendo de nuestros viajes, de tanto desembarco amable o resistido de embajadas con cestos de frutas o agazapados flecheros, y cada pozo, cada río, cada colina y cada llano los hallamos en noches extenuantes, entre oscuros parlamentos de aliados o enemigos. ¡Oh viajera de ti misma, máquina de olvido! Y entonces me paso la mano por la cara con un gesto distraído y el perfume del tabaco en mis dedos te trae otra vez para arrancarme a este presente acostumbrado, te proyecta antílope en la pantalla de ese lecho donde vivimos las interminables rutas de un efímero encuentro.

Yo aprendía contigo lenguajes paralelos: el de esa geometría de tu cuerpo que me llenaba la boca y las manos de teoremas temblorosos, el de tu hablar diferente, tu lengua insular que tantas veces me confundía. Con el perfume del tabaco vuelve ahora un recuerdo preciso que lo abarca todo en un instante que es como un vórtice, sé que dijiste "Me da pena", y yo no comprendí porque nada creía que pudiera apenarte en esa maraña de caricias que nos volvía ovillo blanco y negro, lenta danza en que el uno pesaba sobre el otro para luego dejarse invadir por la presión liviana de unos muslos, de unos brazos, rotando blandamente y desligándose hasta otra vez ovillarse y repetir las caída desde lo alto o lo hondo, jinete o potro arquero o gacela, hipogrifos afrontados, delfines en mitad del salto. Entonces aprendí que la pena en tu boca era otro nombre del pudor y la vergüenza, y que no te decidías a mi nueva sed que ya tanto habías saciado, que me rechazabas suplicando con esa manera de esconder los ojos, de apoyar el mentón en la garganta para no dejarme en la boca más que el negro nido de tu pelo.

Dijiste "Me da pena, sabes", y volcada de espaldas me miraste con ojos y senos, con labios que trazaban una flor de lentos pétalos. Tuve que doblarte los brazos, murmurar un último deseo con el correr de las manos por las más dulces colinas, sintiendo como poco a poco cedías y te echabas de lado hasta rendir el sedoso muro de tu espalda donde un menudo omóplato tenía algo de ala de ángel mancillado. Te daba pena, y de esa pena iba a nacer el perfume que ahora me devuelve a tu vergüenza antes de que otro acorde, el último, nos alzara en una misma estremecida réplica. Sé que cerré los ojos, que lamí la sal de tu piel, que descendí volcándote hasta sentir tus riñones como el estrechamiento de la jarra donde se apoyan las manos con el ritmo de la ofrenda; en algún momento llegué a perderme en el pasaje hurtado y prieto que se llegaba al goce de mis labios mientras desde tan allá, desde tu país de arriba y lejos, murmuraba tu pena una última defensa abandonada.

Con el perfume del tabaco rubio en los dedos asciende otra vez el balbuceo, el temblor de ese oscuro encuentro, sé que una boca buscó la oculta boca estremecida, el labio único ciñéndose a su miedo, el ardiente contorno rosa y bronce que te libraba a mi más extremo viaje. Y como ocurre siempre, no sentí en ese delirio lo que ahora me trae el recuerdo desde un vago aroma de tabaco, pero esa musgosa fragancia, esa canela de sombra hizo su camino secreto a partir del olvido necesario e instantáneo, indecible juego de la carne oculta a la conciencia lo que mueve las más densas, implacables máquinas del fuego. No eras sabor ni olor, tu más escondido país se daba como imagen y contacto, y sólo hoy unos dedos casualmente manchados de tabaco me devuelven el instante en que me enderecé sobre ti para lentamente reclamar las llaves de pasaje, forzar el dulce trecho donde tu pena tejía las últimas defensas ahora que con la boca hundida en la almohada sollozabas una súplica de oscura aquiescencia, de derramado pelo. Más tarde comprendiste y no hubo pena, me cediste la ciudad de tu más profunda piel desde tanto horizonte diferente, después de fabulosas máquinas de sitio y parlamentos y batallas.

En esta vaga vainilla de tabaco que hoy me mancha los dedos se despierta la noche en que tuviste tu primera, tu última pena. Cierro los ojos y aspiro en el pasado ese perfume de tu carne más secreta, quisiera no abrirlos a este ahora donde leo y fumo y todavía creo estar viviendo.

27 comentarios:

Espérame en Siberia dijo...

Sólo sé que no habrá experiencia más erótica como leer esta historia de Julio oyendo "Slow dancing in a burning room".

Que lo disfrutes.

.A dijo...

vivimos mientras alguien nos recuerde..

Sibyla dijo...

Sensualidad literaria, y con esa música...un verdadero lujo para los sentidos!

Besitos preciosa:)

Eme dijo...

Julio no perdona a los fantamas*

sigo fumando y todavia al final de la caja creo estar viviendo*

besosdulces*

BUENAS NOTICIAS dijo...

Uffff, qué texto más guay y más intenso, no lo conocía... me ha encantado....
Querida Siberiana, por no gustarte la primavera, te veo muy intensa, jajajaja
Beso enorme, reina, y feliz finde!!!!

eMiLiA dijo...

"Cierro los ojos y aspiro en el pasado ese perfume de tu carne más secreta..."

Siempre adoré ese final de don Julio - tanto como lo adoro a él -

Bonitas palabras de viernes!


Un besoo

:)

Anónimo dijo...

qué bonito Mariana=)

Mucha suerte mañana=)

Te cuento que yo hoy maldije el amor. Pos es que me gusta un chico del salón de Alain, pero nada de nada. Así, no hay nada ni habrá nada. Entonces fue así de: ya Sofía, acéptalo.
Y nada, que me había llenado de ilusión y ahora me abrí la llave, como la del lavabo, y dejé que se saliera. Y pos se siente re feo, pero creo que después se iba a sentir aún más feo.

Hoy fui a nadar a monte sur. Y no tuve clase de inglés. Y hace mucho calor. =)

Te mando un beso semanal, y te veo en la verbena ¿sale?

Un beso amorcito

Eme dijo...

ahi no concuerdo contigo*

los tangos te hacen el amor y dejan luces de los restos de esos orgamos*


besosdulces*

Versus Die dijo...

sencillamente precioso texto

Espérame en Siberia dijo...

Pues que nos casamos en la verbena. ¡Ya quedamos, esposita!

Gracias por la suerte, pero ya que vengo de regreso te cuento que me fue del CARAJO. Fatal, fatal. Estoy muy enojada, porque me preparé y aún así siento que estuvo no cabrón, lo que le sigue.
Y creo que no soy la única que se siente así, hasta me tocó ver llorar a varias chavas y un chico de la desilución. Yo me trago la lágrimas y sigo emputadísima.

Pero luego te cuento. Feliz fin, amorcito.

Muá.

Espérame en Siberia dijo...

Si es que la vida es una verdadera mierda cuando quiere.
Pero al reputísimo mal tiempo, buena cara.

Pues eso.

Prado dijo...

es como una carta de amor de Jean Baptiste, el del perfume.

Allek dijo...

pasaba a saludarte....
un abrazo..!

Anónimo dijo...

Uffffffffff... Eres el mal sueño, ese que tiene espinas cuando te beso. Ese que nunca recuerdas pero siempre viene a tí. Un sueño deshecho por la memoria. Algo que será siempre un sinsentido...

Espérame en Siberia dijo...

Si como que me gustan los anónimos, pero lo malo es que me dejan con mucha curiosidad.
Así que, por favor, dime quién eres.

:)

Anónimo dijo...

Soy mangas... Conocido en ámbitos muy restringidos: bares de copas, puticlús, farmacias de guardia y en rincones sin alma parecidos... Nada que pueda despertar la curiosidad, salvo de patólogos, acreedores, chulos, mujeres de mala vida, desocupados, vagos o maleantes... Si quieres saber quien soy intimamente estoy en la brisa que mueve el aire que trae el perfume de las rosas. Un caramelo.
mangas.

Espérame en Siberia dijo...

No, Manguitas, no te conozco. Pero capaz que un día nos topamos de frente y qué emoción. Aunque quién sabe, no creo que nos reconozcamos igual.
En fin.

Muá.

Anónimo dijo...

Mientras juega el azar, te seguiré leyendo. Por cierto, tienes muy buen gusto con la música...
Una rosa. mangas.

Ra dijo...

Impresionante!!!

Gracias!

Espérame en Siberia dijo...

Gracias, Mangas. Qué bueno que te guste mi música.
¿Qué canción te gustó más?

P.D.
Sí, sígueme visitando. Es un deleite.

Cariñitos.

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho 'el marido de la peluquera' de Pedro Guerra, también, no sé por qué, 'good friday' de Coco Rosie...

Espérame en Siberia dijo...

Hoy actualicé la lista. A ver si te gustan las nuevas.
Muá.

Anónimo dijo...

Bueno... diré que tu buen gusto no puede defraudar. No. No he oído todo. Sé que es abusar de tu generosidad. Puedes poner 'be my baby' de The Ronettes...? También me gusta mucho 'Ruby Tuesday' de Franco Battiato. Una versión que sirve de banda original de una película que me gustó mucho... Gracias.

Espérame en Siberia dijo...

Mangas:
Tengo que reconocer que conocía esa canción de las Ronettes, pero no sabía el nombre. Te prometo ponerla pronto, igual Ruby Tuesday.

P.D.
¿Algún día me escribirás en otra entrada que no sea Tu más profunda piel y Pliego Petitorio?

Cariñitos.

Anónimo dijo...

No sabría que decirte... pero como la diferencia horaria que aprecio me indica que existe un océano entre nosotros, me gustaría saber de tí más que lo que aprecio por tu blog: un concurso de encuestas sobre el corazón. Te digo... que harías si salieras del tiempo, éste que te ocupa tanto en domesticarlo...? Por qué tu esfuerzo...? Por qué te esclaviza...? Eres una sociópata...? Estás impedida fisicamente...?... No sé quien eres... adivino un ser inteligente, bondadoso, refinado, de mirada curva, a veces de mil metros... Me equivoco? Seguro que sí. Yo no podría realizar tu esfuerzo. No lo entiendo... Cuéntame cómo eres sin que la razón intervenga...
Un saludo.
mangas

Espérame en Siberia dijo...

Mangas:
Siempre cuesta mucho trabajo empezar a hablar de uno mismo, ¿no? Bueno, es mi caso.
Todavía no logro comprender a qué le llamas "mi esfuerzo", me gustaría que me contaras.
Y si esto va a ser un concurso con preguntas del corazón, puede que nos llevemos mucho tiempo. Pero sé que valdrá la pena.

Nunca me he considerado una sociópata, creo que me adapto a diversas situaciones; aunque si hay prejuicios (o prejuiciosos) de por medio, me aislo. No me gusta cuando la gente dice conocerme y saca opinionen erradas de mi persona sin molestarse un poquito en averiguar. Limitada físicamente no estoy, tal vez en estatura (siempre me ha parecido que soy muy bajita), pero dicen que lo que cuenta es la altura de la cabeza al cielo.

Me enterneció mucho esa descripción que sacaste de mí, mira que hace mucho no me decían algo tan bonito. Pero, pese a todo, me considero una chica del montón. Y no vayas a pensar que no tengo ni el más mínimo asomo de autoestima. Pasa que nunca me he considerado una belleza despampanante, o alguien por quien vale la pena voltear a ver cuando cruzo la calle. No. Lo mío es lo ordinario.
Lo que más disfruto en esta vida es leerme cualquier buen libro, oyendo mi música (esa que tanto te gustó) y si es con buena compañía, qué mejor.
Estoy llegando a los 20 años y, por lo tanto, creo que estoy en una crisis existencial. Dicen que se da en todas las décadas de la vida, sobre todo a finales.
Pienso estudiar periodismo y especializarme en periodismo cultural. Aunque a veces he pensado también en el científico, ya veremos.

Ahora es tu turno. Cuéntame de ti. Tus miedos, lo que te hace sonreír. Tus preocupaciones y tus ocupaciones. De qué color es tu risa y tu suerte en el amor.

Un beso desde México.
(Porque adivinaste: estamos lejos.)

Anónimo dijo...

Hmmmmm... Méjico!!! (Perdona mi acento bárbaro)-Mi segunda piel en España-. Dices tú: 'mira que hace tiempo no me decían nada tan bonito...' Es imposible, niña, que siendo tan niña te puedan haber dicho cosas sorprendentes. Y sin embargo te considero una mujer madura... no te quemes... no seas tan generosa... no quieras vivir todo el tiempo del futuro en tu presente.
Mi vida no es atractiva, mujer, es sólo que pasaba por aquí y me captó tu energía. Mi sonrisa es tímida. Una sonrisa abierta, franca, sincera, sólo es patrimonio de los que empiezan a vivir. Trabajo por mi cuenta en temas inmobiliarios, sin mucho éxito, pero con mucha profesionalidad. Mi vida, a pesar de estar vivida, la paso entre mis libros, mi música, mis montañas. Indago, siempre que puedo, en la almas de las personas, por si puedo adquirir sus virtudes -un dios guachupín, bueno en el buen sentido-
Mi suerte en el amor. Hmmmmmm... Un chuparrosas. Teniéndolo todo me afano en tener más. Abriendo fronteras. Un explorador de la piel.
Celebro que estudies periodismo... hay tantas cosas que decir! Tú sabrás...
Cambia el mundo, niña -mujer- y dáselo a tus semejantes. Hay mucho dolor...
Un abrazo.
mangas.